La industria
cosmética y de la moda ha descubierto que existe una palabra mágica que puede
significar una mayor venta: “natural”. Aprovechan el interés de las personas
por las búsquedas de fuentes más seguras para sí mismos y armónicas con la naturaleza y no dudan en
imprimir estos en sus etiquetas. Conviene entonces estar alerta para no dejarse
engañar. En todo caso, si desea tener un buen control lo más sencillo es
producir algunos de sus cosméticos en casa.
Una lectura
de los ingredientes de un determinado producto puede ayudarnos a tomar una
decisión.
Tenga en cuenta que los de mayor porcentaje son los primeros en
aparecer en la lista. Algunos fabricantes indican que se tratan de sustancias
vegetales orgánicas, lo que es muy atractivo. Prefiera aquellos con los de
avisos como pesticide free (libre de pesticida) que, aunque no es garantía de
un cultivo orgánico, de todas formas es provechoso.
Los
colorantes artificiales (derivados del alquitrán mineral) son muy empleados en artículos
de belleza. Tenga cuidado porque se ha demostrado que se relacionan con el
desarrollo de enfermedades como el cáncer. Los conservantes (sustancias que se
emplean para evitar que un producto se eche a perder) también se consideran
poco seguros. Algunas investigaciones señalan que muchos de ellos son los
responsables del cáncer de seno y del descenso de la producción de
espermatozoides.
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